22:58, me estoy dando cuenta de que he convertido este lugar en un asedio donde tus preguntas no dejan de asaltarme, en otras circunstancias esto no debería ser motivo para emplear mi tiempo pero ahora mismo, mientras llenas tu cabeza de todo menos de lo que realmente quisieras, pienso, y pienso en que, a pesar de no ser respondidas, continúas ahí, intentando averiguar que pasa por mi cabeza y cuántos centímetros mide el triángulo de mi mejilla. Me gustaría decirte tantas cosas que he decidido hacer una lista con ellas, la cual, iré enseñándote cada día, para que puedas reconstruir tú solo todo aquello que quieres saber. Me gusta que en estos momentos no puedas concentrarte y pienses en qué estaré pensando y me gusta que hagas planes y me incluyas en ellos. Yo no sé de dónde has salido pero lo cierto es que, si tenía que encontrarte agradezco a mi destino tener tan buenos planes de vida para mí, y ya, puestos a agradecer, le agradezco tus visitas, tus abrazos y tu forma de hacerme rabiar, tus ojos que me entienden hasta cuando ni siquiera lo hago yo y tu presencia. A veces, una puerta cerrada abre otras tres y, en ocasiones con una basta para darte cuenta de que se acabó el buscar y tener que arrepentirse de cada paso dado. Quiero de ti en mi día a día y quiero que hagas de mi rutina un motivo para seguirte. Así que, ya sabes, no dejes de odiarme nunca, porque te quiero demasiado como para que lo hagas.
U N M E T R O C U A D R A D O
4.14.2011
4.07.2011
Me respiro entrecortadamente, sigues viviendo en el polo opuesto, empiezo a pensar que te desaparezco y que quizá nunca me hayas conocido. Soy un producto de tu monotonía, de tus días antisentido, de tu pestañeo automático. Solo soy cuando me buscas, solo si te abandonas y vuelves la mirada,
ahí estoy.
3.28.2011
Quisiera saber por qué me pasa tan rotundamente, no tengo sentido, ilógicamente me hago consciente de ello. El tiempo y yo debemos llevarnos demasiado bien, me visita muy a menudo, me asfixia, me desordena. Sopesando las posibilidades, estoy completamente fuera de juego, maldita curiosidad. No he vuelto si preguntan por mí, tan solo necesito ideas que te anulen del papel en blanco, siete minutos hasta aterrizar, pero prefiero empezar la lista del revés
colgarme de tu señal, aunque no dejes de comunicar.
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